La Doctrina Espirita nos presenta respuestas
lógicas para nuestros males y sufrimientos del día a día. ¿Cuántas
veces nos preguntamos por qué tal persona es a sí o nació de esa forma. Y la
razón nos responde, respaldada en la Doctrina Espirita, que tal o cual
situación dolorosa es el resultado de nuestros actos
pasados.
Deficiencias físicas, síndromes variados,
pénfigo, lupus, la lepra, la anencefalia, en fin, todo tipo de sufrimiento
físico y moral que los hombres experimentan en sus vidas, nada más es que el
resultado del pasado, por la simple razón que Dios no nos haría sufrir por mero
capricho.